El hombre del triste rostro
se asomó a la ventana
Apesadumbrado veía las idas y venidas de la gente
En medio del torbellino
vio una negra flor que nacía de un adoquín
Corrió escaleras abajo
Salió del portal en tromba
Consiguió coger la flor
antes que terminara pisoteada
Sola como estaba con tantos enemigos
Nadie la había aplastado por el momento
Mas se dio cuenta
que en su ímpetu por querer salvarla
de raíz la había arrancado
La negra flor que tenía entre sus manos
ya no poseía más vida que la muerte
El hombre del triste rostro
Volvió vencido sobre sus pasos
Mirando la derrota esparcida por los suelos
Entró de nuevo a su apartamento
Un ahogo recorría sin fin su estómago
Dejó la flor sobre la mesa
Nada más podía hacer
Se asomó de nuevo a la ventana
Ahora había ausencia
donde antes existía soledad
Respiró profundamente
Ojos tristes que buscan una salida
Cerró las persianas
La oscuridad lo abrazó
Vive entre las sombras
El hombre del triste rostro
Muy triste Ángel, se pierden flores todos los días, unas son pisadas, olvidadas, marginadas, maltratadas...
ResponderEliminarAnte la mirada de ese hombre de triste rostro, impotente...ante la ausencia
Feliz tarde noche Ángel.
Un abrazo
Hay una canción que dice: " Por favor no pisen las flores,por favor no las pisen más..." Ese hombre fue a salvar lo único que tenía vida y sin querer se la quitó. Las prisas y el bullicio acaban por destruir la belleza y donde hay destrucción hay muerte.
ResponderEliminarAsí lo he visto Ángel.
Un saludo.
Angel, ahorro tu maestría para describir sentires. Eres un grande. Yo hace unos días, fui esa flor, o ese hombre triste. Ya estoy mejor.
ResponderEliminarUn gran abrazo.