Déjame bailar con los vientos
Cuando salgamos a la intemperie
Adentro la asfixia
Afuera lo desconocido
Derribamos molinos como quijotes atemporales
Ahora olvídate de la razón y el equilibrio
Nómadas en el pensamiento
Sedentarios de acción
Inadaptados con alma de vagabundo
y corazón de ácrata latido
Si pudiera ser ave
Anidaría en cada poro de tu piel
Espíritu guerrero de consuelo quebradizo
Nada es
Todo fue
Suicidas en mundos devastados
Paz en la conciencia de los renacidos
Dechados de virtud y desasosiego
Tranquila está la mar
Donde yacen los muertos del olvido
Susurros del silencio
Y este adiós
que aflige los sentidos
del postrado en el calvario de la resignación
Nómadas en el pensamiento, menuda metáfora, me encanta...
ResponderEliminarRecorrer los caminos del pensamiento es esencial.
Muchos son los que se han ido resignados a un mar muerto.
Tristemente bello este poema, es el espejo de lo que vivimos, eso me ha parecido.
Feliz tarde de lunes.
Un abrazo Ángel.
Me encanta!
ResponderEliminarQueremos ser aves, hasta que vemos lo mucho que tienen que batallar para poder sobrevivir.
Un abrazo.
Así es la vida de intensa, en lo bueno y en lo malo, bailar, añorar, vibrar... simplemente vivir, en eso estamos.
ResponderEliminarBesitos Ángel!!
Hay algo triste en el poema, pero también está lleno de esperanza.
ResponderEliminarBesos.