Ahora que estamos despellejados
Desnudos de carne y con huesos a la vista
Ahora que las verdades son mentiras
Que hablamos de todo sin decir nada
En estos días
Que nadie nos llama a la puerta
Y que tenemos el don de la invisibilidad
Que resucitamos sin haber muerto
A esta hora que paseamos en el filo del alambre
Que nos doctoramos en el fracaso
Y hemos abierto una escuela donde se imparten
sonrisas y falsas esperanzas
Llamo a tu puerta
Me contesta el traidor de tus deseos
Te adivino a la vuelta de la esquina
Nos prometemos salvar al mundo a golpe de teclado
Somos marionetas con el pensamiento puesto a salvo
Nos hallamos en el último eslabón de la cadena improductiva
Al hoyo
No se vive tan mal en la oscuridad
Las piedras son la base de nuestra alimentación
Las falacias catódicas nos las tragamos sin sal ni azúcar
Aquí paz y mañana siesta
Al despertar
Nos amamos sin echarnos de menos
Si un día me desplomo... cógeme
Que hay demasiadas botas dispuestas a pasar por encima
Nos vamos
Cada cual por su senda
Donde no hay más caminos que los extinguidos
Hay días buenos, días peores.
ResponderEliminarImportante no perder el paso a pesar de la adversidad.
Besos.
La invisibilidad, es lo que más puede propiciar la supervivencia en este caso.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces solo podemos poner a salvo el pensamiento, y eso es mucho.
ResponderEliminarMe gustó.
Un beso.
Llegue aquí de casualidad y al leerte me dieron ganas de quedarme. Me gusta tu forma de expresar tus sentimientos. Seguiré leyéndote. Saludos desde Miami, Florida.
ResponderEliminarBienvenida...
EliminarSaludos