Hachas de guerra
Se ciernen sobre nuestras cabezas
Despedazan uno a uno
todos los derechos de vida
Pequeño ejército de saqueadores
Poseedores del poder
Batallón del ejército
Desuellan cabezas pensantes
Roban el aire que respiramos
Envenenan el agua
Aniquilan la tierra
Machacan los huesos del avasallado
Con los restos se construyen palacios
Drogan las mentes
Para la formación de esclavos agradecidos
Somos más
Sucumbidos en la derrota
A pecho descubierto vamos
Tiran a matar
Se oyen tambores de guerra
Dicen que son cánticos de paz
La paz de los verdugos
Sin aire es difícil respirar.
ResponderEliminarBesos.
Que no se confíen mucho esos verdugos, que ya está naciendo un ejército de amor sin que se den cuenta y los va a desarticular.
ResponderEliminarBesos de anís.