He recibido la sentencia por buena conducta
Años de prisión preventiva
Y una eternidad sin derecho a dormir
El odio se ensañó con las almas crédulas
Las víctimas se vieron depuestas de su humanidad
No hay latidos de corazón
en este lugar inhóspito y desconocido
El hombre de las sombras camina con paso firme
En realidad no sabe adonde va
No supo integrarse en el quehacer de los días laborables
Se quedó sin puesto fijo,
sin paga a fin de mes y
sin despido improcedente
No había nadie que escuchara su discurso poético
Los desterrados viajamos por el vacío dando saltos
Si el tiempo diera...
Un momento de sosiego en las almas vencidas
Paz en el sollozo del desesperado
Abre las compuertas de los ríos
Y deja que inunden de agua
la senda de los difuntos
Me declararon culpable
Por no haber cometido ningún delito
Y ahora pago condenas
Me declaré en bancarrota desde que vi la luz
No hubo revisión del caso ni del ocaso por venir
Alargamos la mano
La rendija asoma tras la quiebra
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