Hoy amaneció el viento
La lluvia acompaña su despertar
El otoño ha llegado
Los pasos se entierran bajo las hojas
Intento reconocer en esa mirada de hielo
alguna puerta abierta al paraíso
Día de perros
Día gris
Día de nubarrones en mi deambular por lugares extraños
Mil veces transitados
Y jamás propios y cálidos
En la partida de ajedrez de nuestra vida
Hubo enroque
No hay victorias ni derrotas
Sólo frustración y callejones de perdición
Y ahora sentimos la lluvia caer sobre nuestras cabezas
Se fue la belleza
Alguien corre para atraparla
La ejecutaron en su intento
No hay más que oscuridad en el fondo de esos ojos
Nos hallamos dentro
No quiero ver a nadie
Tú te pierdas entre la muchedumbre
Ríes
Despacio nos vamos los desertores del diálogo
Una retirada a destiempo
El árbol agonizante en medio del páramo
Servirá de hogar y fuego redentor
Si algún día llamas su nombre
En las profundidades del ocaso hallarás respuesta
Los gatos monteses huyen de la compañía
Los besos huérfanos se mueren por inanición
Prométeme una mentira irrealizable
Hallarás el candor de los dioses derrocados
El jaleo nos confundió
Inexistencias que hablaban sin decir nada
Anochece muy pronto
Nos robaron la luz
Y no dijimos nada
Pronto vendrán los fríos
Atravesamos en silencio el tibio manto de lluvia
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