Deambulo por la niebla
en busca de algún planeta sin universo
Cuando el paisaje es diáfano
Observo los rostros que se cruzan por mi camino
Miro si existe la belleza en ellos
Adivino mansedumbre
Hormigas devorando caras
Ausencia de paz
Seguiré la senda de la utopía
Lejos de la podredumbre de almas corrompidas
No hay alegría en los labios
de quien cada mañana se despierta en barrancos
Ayúdame a encontrar tu dios justiciero
Para matar su idea de obediencia sumisa
Después gritaremos ¡Aleluya!
No quedan más horas en el reloj
No nos sobra tiempo
A las puertas del cadalso
El nostálgico llora por sus idealizados recuerdos
El fuego avanza
Las cenizas invaden nuestros ajados cuerpos
Impasible continúo por las nieblas
Un paso atrás
Ya no se divisan quimeras
Sólo epitafios de amigos
que hace tiempo ya dijeron adiós
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