Era
un hombre joven
Piel
virginal
No
tenía ninguna pintura incrustada
Ni
miles de tatuajes
adornaban
su blanco cuerpo
Nada
Ni
una mísera calcomonía permanente
afloraba
en sus brazos
Era
un ser extraño
No
era un cuadro andante
Entre
tantos hombres y mujeres
exhibiendo
carne pintada a pistola
Límpido
Extemporáneo
Exiliado
de la vida posmoderna
Ahora
lo extravagante es
caminar
sin dibujos
en
la caduca piel
Era
un hombre inaudito
en
el mundo de las apariencias
La piel posee sus marcas indelebles, no necesitamos otras.
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