Una
rosa en medio de un campo de minas
Una
mano liberadora
quiere
atrapar de la alegría todo lo efímero
Irremediablemente
se hundió en el abismo
De
la rosa sólo quedan espinas
En
el cráter donde anida la ausencia
de
la belleza y de un imposible amor eterno
Cae
la lava
Se
taponó la entrada y la salida
de
una cueva en derribo
Estalló
la aorta del reprimido
Furia
contenida
No
hay vía de escape
Sin
autovías que mueran en ríos desbordados
La
voz callada
Unos
ojos que pierden la mirada
El
sol que quiere entrar en la habitación
Se
cerraron las persianas
Otra
vez la noche
en
un despertar carente de luz
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