Se nos fue un sol
Se apagó una estrella
Senda oscura
No hay guía para una sombra
Del frío que viene
Del pálpito cantarín de un ruiseñor
De este vasto paisaje de ceniza y carbón
Salvados del fuego demoledor
No hay paz para los avasallados
Hablan de cohesión social
Mientras el subyugado admita su cadena
Habrá eso y más rodillas besando suelos
Sumisión suicida
Aparatos de dominación mental
Atomizados
Falta un hervor
Sobra postrarse ante el enemigo
Caminamos lentamente por el centro de la ciudad
Siempre las mismas avenidas; cariño ¿dónde estás?
Urbes de consumo... consumidas
Les arrancaron el corazón
Latidos escudriñando almas en pena
Abrigados
Vamos despejando humo de infiernos lejanos
Cerca el vuelo de la paloma herida de muerte
En ti
Las alas que no amanecieron
En mí
El tiempo detenido donde envejezco en silencio
Hoy dice la televisión que seguirá rebuznando
La clientela cocea sin remedio
Los cementerios se llenaron de alas de mariposa
Se nos fue un sol
Y encendimos un candil
Fugados
No hay noche de reyertas
Somos luciérnagas en expansión
Maullando gatos en tejados derruidos
Es insoportable para cualquiera. Si con saberlo, no podemos más!!! Demasiada maldad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sumisión, horror, en manos de ellos, besando los pies de los
ResponderEliminarlobos. Ahora a inventar aparatos, decadencia humana. Feliz tarde y semana Ángel,
"El tiempo detenido donde envejezco en silencio", qué gran belleza...Besos
ResponderEliminarTú poema me recuerda el final de la vida, cuando todo es oscuridad en el horror de una guerra. Buscaremos una mano amiga en quien apoyarnos si llegamos a besar el suelo con las rodillas.
ResponderEliminarHay café recién hecho para poetas.🤭