Nos asesinó el granizo de verano
Mejor así
Que no acabar siendo hojas muertas de otoño
Hace tiempo que lo prometido no es deuda
No son más que dientes de león destrozados por el huracán
El que vino y el que vendrá
Buscaba futuros de paz y sosiego
Mientras labraba desiertos con agua bendita
Ya no es
Se deshizo en la quietud y en el no hacer nada
Mala hora nos cogió
Intentamos ser enredadera en el jardín de los sueños
Nos podaron la inocencia
Y vagamos al encuentro de lo imposible
Huérfanos de lluvia
Nos mató una tormenta de ira
Y continuó la sequía
Y con ella se secaron los lamentos
Ni los muertos salieron a despedirse
Se lanzaron las campanas al vuelo
Cayeron mudas y en estrepitoso silencio
Es un problema mundial Ángel. En mi país -que está al fin del mundo- también tenemos problemas con la sequía. Como bien dices estamos "huérfanos de lluvia" y, ya sabemos la causa.
ResponderEliminarAbrazos
No tenemos arreglo chico... este es el principio sin retorno de hacer escupido tanto al cielo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito y apropiado para esta sequía que padecemos.
ResponderEliminarHace mucho que lo prometido no es deuda.
ResponderEliminarUn abrazo.