Qué hicimos con el tiempo
Dónde dejamos la huella y el sonido del viento
Millones de palabras dichas, escritas
que fueron refugio y barranco
Hojas en blanco que no se escriben
Ilusiones esfumadas
Esperanzas cumplidas en tus labios de mujer
Campos sembrados
Cosechas arrasadas por el huracán
Y vuelta a empezar
El cariño de un para siempre
Descubrir en unos ojos
el hogar de un eterno latido
Lanzamos historias al cubo de la desmemoria
Planes hecho añicos antes de empezar
Ese amor correspondido
Ese cumpleaños feliz
Ese aniversario de llanto y sollozos al anochecer
Tiempo que te da una de cal y otra de arena
Tiempo que esculpe arrugas
Hoy termitas de la destrucción
Mañana mariposas que revolotean tu paraíso soñado
De todo hay
Hasta el punto y final de un cuento
donde no comen ni las perdices ni fueron felices
Nos dijimos adiós
Nos llamamos
Y hasta ahora
Dejé las maletas por hacer
Me fui con las manos vacías
A descubrir el interior del mundo
El porqué de la vanidad, el miedo, la alegría
y este bostezo que no deja conciliar sueños
Y luego, a emular al ave en su constante volver a empezar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dice mi amiga Sara, el Ave Fénix vuelve a resurgir.
ResponderEliminarEs mejor ir con las manos vacías que llenas de dolor.
Un abrazo
Lo bueno es que a veces, las pérdidas y decepciones, recuerdos y adioses, dan rienda suelta a los mejores poemas. Como éste.
ResponderEliminarSaludos.