Milicianos del desorden establecido
Armaros hasta los dientes
con las armas que no poseemos
Iremos primero contra los trepas, lameculos, traidores,
especuladores y gente de corazón podrido de vanidad
Les arrancaremos el bazo, el espinazo y el esternón
Más tarde desollaremos a los que adulan a los poderosos
y desprecian a los avasallados
Rastreros de indigna condición inhumana
Cobardes desde que se levantan hasta que se acuestan
El averno es el lugar idóneo de semejante escoria
En nuestros cuarteles sin pastores ni rebaños
serán bienvenidos los que quieran compartir la belleza
Los perseguidos por la injusticia
Los enemigos del privilegio
Los que abrieron jaulas
y construyeron caminos para el reencuentro
Milicianos
Al nuevo y al viejo orden hay que despiezarlo
Y con sus órganos malolientes hacer grandes hogueras de San Juan
No hay comentarios:
Publicar un comentario