Encerrado en el caos de un mundo que va a pique
Manos que intentan alcanzarte
Aprietas a correr
No te alcanzan
Te giras
Hablas con la mujer de tus sueños
Al final devino en pesadilla
Monólogo a las sombras
La soledad que bendice
Le cierra las puertas a compañías no deseadas
Flirteas en la noche con el vacío
El llanto de un niño te despertó
Vas a la habitación de los silencios
Falsa alarma
Todo murió en tu cabeza
El día amanece soleado
Coges la chaqueta y andas por el laberinto
Dentro no hay más que miradas que esquivan presencias
Observas el cielo
Extiendes los brazos
Quisieras ser hoja que el viento mece
Levedad
Ser eco de las montañas
Al final
Sólo somos huellas que borra el futuro
Una lágrima riega tu mejilla
Sigues contemplando la noria
Que día tras día
va girando sin parar
Decides subirte
Estando en las alturas
te lanzas para saber qué hay más allá del grito
Bajar al barro
Huir de la desesperación
y del quejido de las bestias que van camino del matadero
Esperanza boicoteada
El beso de los anhelos concedidos
se perdió en los abismos
En carcajadas de ultratumba
Cierras los ojos
La ausencia invade al ser
Instantes de calma
Continúas viaje hacia ningún lugar
La cuesta se hace dura
Por los barrancos caen los que perdieron
la fe y el espanto
Ya no les queda nada
Es extraño este Sol
que no deja de llover
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