Siento el impulso del barranco
y de la cabra que baja por las escarpadas montañas
Pendiente en caída libre
No se admiten errores
Una hora atrás
Unos días pasados
Un tiempo cercano y lejano en las manos
Se nos fue la vida en un trago de cerveza amarga
Tu llanto por la voz perdida
Su amargura por las decisiones sin tomar
Calaveras en el destino
Momento suicida
Y nos lanzamos a un paraíso en llamas
Ahora toca eso y más
Cuando no nos queda más que el latido del corazón
Y la séptima vida de los gatos
Los que no tenemos más que derrotas en el marcador del desespero
Andamos abriendo puertas en la imaginación de la utopía
Para poder seguir los pasos de los elefantes
Huyendo del disparo del fusil del cazador furtivo
Algún día hallaremos el lugar de nuestra razón
Y allí descansará la locura
La carcajada y la lágrima de los días sin sol
Y de las lunas sin noche
Siempre esperamos un motivo para renacer
Cuando la herrumbre se hace hogar
El ir es la esperanza y la salvación
de un aleluya que se diluye en nostalgia de muerto
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