La
vida pasa
como
destellos de luz a la oscuridad
Se
dejan atrás
Amores
eternos que se largaron antes de empezar
Alegrías
ahogadas en una noche de borrachera
Tristezas
que a día de hoy
reposan
en la melancolía de tardes de suicidio
La
vida pasa
Y
aún queda ese odio enquistado
que
no quiere dejarnos en paz
Esa
cohorte de gente basura
que
siempre pulula a nuestro alrededor
Pero
también el corazón late apasionadamente
Por
esos brazos que nos protegen al amanecer
Por
esos besos que nos roban la inocencia al anochecer
La
vida pasa
Y
el presente ahorcó sueños de grandeza
Las
ilusiones mutaron en monotonía cronificada
Mas
todavía quedan destellos de felicidad
cuando
la mente se libera de cadenas
y
se instala en la cordura de los inadaptados
La
vida pasa
Las
carnes visitan la ley de la gravedad
La
de la guadaña no se ve aún;
pero
se acerca inexorablemente
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