Quisiera
ir y no sé dónde
Quisiera
hacer y me quedé sin herramientas
Quisiera
hablar y soy un presidiario del mutismo
Quisiera
amar y no sé ni odiar
Quisiera
ser otro y no soy más que nada
Quisiera
volver a nacer y morirme otra vez
Quisiera
ser tantas cosas
Y
elegí ser tumba en un entierro
De
mis días sin sentido
Del
vía crucis de su mirada
Del
golpe de estado a mi tiranía
ganó
la ruina de la tierra que pisamos
En
el castillo de la desesperanza
hay
un sótano para el devenir de la miseria
Quisiera
ser beso en la boca
y
no indiferencia en la despedida
Llanto
o alegría
El
azar no nos dejó elegir
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