Se
creyó el cuento
Se
lo tragó por televisión
Sin
vaso de agua mediante
A
palo seco
Año
tras año repitiendo los mismos embustes
El
poder dicta
Y
la masa sumisa cacarea
Él
estaba sentado en su sofá
Su
mente no pensaba
Sus
ojos no veían
Su
boca se merendó las palabras
que
ya no vuelan libres
No
era más que un ser domesticado
Un
alma presa
Un
cerebro adoctrinado
Se
difuminó entre la tribu
Los
poseedores de la verdad carcelaria
Mejor
vivir en el destierro
Que
diciendo amén
a
los que desean quitarte la voz
a
los que te quitan tu condición humana
para
denigrarte y matarte
con
total impunidad
Tengamos
bien afilados los cuchillos
Las
ovejas blancas siguen al pastor
Somos
negras
Somos
la noche
A
la fuga de todo paredón
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