Cuando
acabe el ruido
Me
dejaré en paz acunado por el silencio
Dormiré
el sueño de deseos acuchillados
A
tumba abierta
Dormirán
los días de calladas amarguras
El
repicar de las piedras
Acompañarán
mis pensamientos
Mientras
me alejo de horizontes tormentosos
Cuando
acabe el ruido
Quizá
vengan los relámpagos
Que
acompañen mis puños
De
días apocalípticos que en furia
Se
irán mis huellas de viaje
Sin
retorno
Sin
billete de vuelta
Con
la ida en la locura
Como
compañera de alucinógenas desventuras
Cuando
acabe el ruido
Me
apearé del tiempo que arrebató corduras
Y
siempre
Más
ahora que nunca
Hallaré
su hostil presencia
Para
llevarme en el adiós de los olvidados
Que
somos todos
Calaveras
Que
no recuerdo
Que
ya no estoy aquí
Cuando
acabe el ruido
Me
iré a buscar
En
la oquedad que abrazó la tranquilidad
Meditando
acontecimientos
Lobos
acorralados aullando en mi interior
Cuando
despierte el silencio
Se
acabó la armonía
Se
adivina el caos
Cuando
acabe el ruido
en tu cuando acabe el ruido, evocas al cartucho, los crujidos, y herida a la polisemia de una sangre que hace liturgia y desfiladero ("que somos todos calaveras"!!!), oigo tu canto, como un ave salvaje que cruza en las noches que no se puede dormir y tiembla el abismo, y así lo guardo en el puño! sólo la oscuridad porta la luz de la oscuridad, sin trampa, como escopeta!
ResponderEliminarsalud Ángel