Se cayó la casa
El tejado se mantuvo en pie
Amaneció al revés
Lo dejamos mejor para mañana
Y siempre es hoy
Un beso insípido
Un abrazo que ya no abriga
Un fuego que no arde
Y un adiós que tarda en llegar
Todo acaba
Y miramos atrás
Siempre queda la imagen difusa
La voz olvidada
La presencia añorada
¿Dónde se apagó el corazón?
El llanto por la ausencia
Y los huesos que crujen
Quisiera tener ese deseo que se esfumó
Ahora las palabras mienten
Las manos ya no hablan
Las bocas ya no dicen lo que cuentan
La fotografía nos enseña lo que ya no somos
¿Y qué fuimos?
Una senda
Un destino
Una esperanza
Una alegría
Un dolor
Y... Mucho más
Y
La oscuridad del barranco
Deja de velar a los muertos
No vayan a resquebrajar el silencio
Dejo una nota en el aire
El viento la leerá
Miro hacia arriba
Para volar pájaros y fuga
Se acerca la hora
El reloj mutiló sus manecillas
Ya no existe el tiempo
Para la mente no pensante
Quizá queda un quebradero de cabeza
Una deuda sin pagar
Mil aullidos y sin rastro de los lobos
El despertar
Y un comienzo con cien años de más
El gato naufragó sus siete vidas
Llegué tarde al evento
Había un desierto de almas
Un nombre sin rostro
Palomas de la paz tirando a matar
Volví al encuentro de lo inexistente
Se esfumó el olor a jazmín
Primavera que dobla campanas
Estaciones de tren en vía muerta
Varados en el para siempre
Danzamos con el canto de los grillos
Contemplando al mundo que nos verá desaparecer
Prescindibles
Dejaremos una inmensidad por hacer
En este reconstruir absolutamente nada
Pasado un tiempo... las heridas o desilusiones se curan.
ResponderEliminarY la vida continúa.
Un abrazo, buena noche.
A mí el para siempre me duró poquito.
ResponderEliminarExcelente, como nos has acostumbrado a tus lectores.
Abrazos.