Con la batalla perdida
Me apresto a ganar la guerra del día a día
Y, al momento, sucumbo al destino del fugitivo
No vale la pena y a sonreír
Las cartas marcadas y no nos repartieron ni siquiera las sobrantes
¿Adónde ir?
Los caballos salvajes cabalgan lejos de la mano humana
Si los tocan están vendidos
Dominados
Tal como estamos todos nosotros
El Sol va y viene
Juega con las nubes
Bocas abiertas
Que comentan
Que sugieren
Que dicen
Y la nada se hizo palabra
El gran tablero mundial con marionetas que creen ser autónomas
Mi papagayo enmudeció
Ya no dice lo que he de pensar
Pierdo las horas
Este no saber qué hacer me está matando de hambre
Tengo visión de futuro
Y me puse a cavar tumbas como un loco
Ahora el niño que fui se pone a estudiar
Quiere aprobar ser un hombre de provecho
Vuelve a suspender
Lo dejo tirado en la cuneta
Libero a las ovejas y mato al pastor
¿Adónde van?
Me voy con ellas donde la cabra tiró al monte
Perdí la batalla
Mas
Gané tu consuelo
Momentos de valeriana y somnolienta esperanza
Los niños interiores no nacieron enseñados.
ResponderEliminarGracias a ellos, en momentos que nos sentimos vulnerables, defraudad@s, etc, etc, etc... son capaces de levantarnos el ánimo con solo recordarles 🧒
Un abrazo, buena noche.
Tus escritos ya suelen acelerarme el corazón, mucho más si me vienes con estas. Valeriana voy a tener que tomarme yo para leerte.
ResponderEliminarLa esperanza que no falle.
ResponderEliminarBesos.