El granado empieza a dar sus frutos
Los caminos se tiñen de hojas secas
Paseamos entre hongos y tierra húmeda
Mientras intentamos descifrar el sino de la existencia
No hay respuesta
Desiertos enfermos de arena
Barrancos en el paraíso
Nos deslizamos por la ladera de la montaña
A ver si atisbamos algún ave de vuelo disléxico
Silbamos al viento
Escribo palabras desnudas a las nubes grises de este cielo
¿Cielo?
Se nos cayó encima
Dónde se fueron los amigos de la infancia
En qué fosa común se depositaron los deseos de la juventud
Oigo el eco de tu voz
Al girarme
No hay nadie
Tan sólo el escándalo del silencio
Veo la insignificancia de un cuerpo
danzando en la inmensidad del infinito
Desando los pasos
Dialogo con las piedras
Me disuelvo en lo absurdo de lo cotidiano y sus mentiras
Otra vez a empezar
Me instalo en el cero
En el final de un comienzo imposible
Sí, al paraíso le han puesto muchos barrancos, andemos con cuidado.
ResponderEliminarFeliz tarde Ángel.
Un abrazo