La inmensidad
El río que transcurre por ella
Vulnerable navega la barca
A los lados
Altas montañas cortan el paso al agua
Y la corriente va
Y la barca a la deriva se dirige
En el horizonte invisible
El beso de la mar acabará en éxtasis de sal
La barca no llegará
No sé en qué orilla naufragaré
Andaré por los humedales
Con mi pobreza y adelante
Sin pausa y sin destino
Pequeño me haré
Embarrado
Buscando una cascada
Para saltar al caos
Liberaré al espíritu de su delirio
Jamás halló su razón de ser
La barca va
Sin dirección
Sin punto cardinal
No me rescates
Sólo deseo hallar la huida
Embarrancado en cualquier orilla
Cabeza abajo
Un mundo se me ahogó
La barca sola encontrará el camino hacia una corriente más feliz.
ResponderEliminarBesos.
Empiezo a pensar que no hay huída posible, pero qué sabré yo.
ResponderEliminarMe quedo un instante pensando en si debo comentar lo que siento al leerte, lo cierto es que me parece un buen plan lo de embarrancar cabeza abajo, yo soy incapaz de expresarlo así, tan bien sonante.
ResponderEliminarUn poema bellamente escrito, referido a una barca que parece que navegue sola y sin rumbo, río abajo y con dirección hacia el mar. Un poema que me hace a mí pensar en el sentido pleno de la vida.
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