Hijos del averno
Pululan por nuestro espacio
Alimañas que gobiernan el ritmo de los corazones
Esclavitud santificada a base de pastillas
Bueyes al son del despertador
Mañanas de café amargo
Suicidas al punto de la tarde
Ovejas trasquiladas a la hora de dormir
Inviernos buscando julios de calor
Hachas sin afilar
Cuellos de banqueros sin degollar
Mundos al revés
Nacer para obedecer
Libertad con cadenas y hambre a fin de mes
Nada es
Todo fue mentira
menos los gusanos devoradores de carne humana
Moscas que van y vienen
Cadáveres en descomposición
Realismo puro. Puro realismo.
ResponderEliminarUn abrazo
Abrazo
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