No
me digas que fue un sueño
Tu
mano en mi corazón
Mi
latido en tus mañanas
Los
besos en la oscuridad
El
refugio de tu abrazo
Despertamos
Ausencia
en el colchón
El
café solitario del desayuno
Una
vieja fotografía
nos
recuerda que existimos
Pero
ya años luz el uno del otro
Ellos
que se fueron
Nosotros
que nos marchamos
Cada
uno por su senda
La
melancolía nos acoge
cuando
la luna asoma
Del
sueño a la pesadilla
Sólo
hay un traspiés
Un
segundo de explosión nuclear
Una
puñalada en la espalda
Un
portazo y hasta siempre
Una
palabra envenenada
Un
te quise tanto
y
el presente nos asesinó
Dejó
de existir
la
complicidad de las miradas
Y,
al fin y al cabo;
Todo
fue un sueño
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