Se
silenció el corazón del suicida
Un
grito de horror despertó al sueño
La
imagen era lúgubre
En
la fábrica se guarda vida despreciada
esperando
el tiro final
La
oscuridad
es
el reino de la invisibilidad
¡Qué
acabe la agonía!
En
los tejados del almacén de la muerte
Los
buitres están apostados
esperando
su oportunidad
Coches
con gente anónima
circulan
rápido por la carretera
Pasan
de largo
No
quieren ver
Lo
que las bocas callan
Lo
que el muro esconde
Nacer
en barrio proletario
La
libertad inexistente
se
reduce a escoger el dueño
que
estruje tu cuerpo
Hasta
que hecho un guiñapo
Se
lance a los vertederos urbanos
Borracho
de desesperanza y agonía
Desapareció
de la faz de la tierra
el
ángel de la utopía colectiva
Resucitaremos
a la hoz y al martillo
De
entre todos los difuntos
Vuelan
los buitres sobre nuestras cabezas
Vienen
a recoger a los parias
El
matadero está a pleno rendimiento
El
periódico, como siempre, hablará de otras cosas
Del
circo y como crecen los enanos
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