A
veces un quiebro
Un
desnudo de la garganta
Un
adiós
Un
hasta cuándo
Un
final eterno
Una
felicidad que va y nunca vuelve
Hoy
celebré un cumpleaños
y
vinieron todos menos tú
y
el nadie apagó las velas
Son
las cuatro de la tarde
Se
suicidó otra promesa incumplida
Triste
final de un optimista incorruptible
Y,
ya ves;
los
años siguen pasando
Sentados
delante del ojo del huracán
Esperando
que el temporal pase
Y
el cadáver se sentó con nosotros
No
hubo forma de levantarse
a
recuperar la juventud
ni
tan siquiera un pedacito de utopía
que
inflaba nuestros pulmones
en
pretéritos tiempos
Aire,
aire
Y
todo era oxígeno envenenado
A
veces un quiebro
detrás
queda el barranco
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