No
había luz en sus ojos
Sólo
oscuridad
eterna
y tenebrosa
Nadie
lo quiso ver
Y
año tras año se repetía el cuento
Con
otros nombres
Con
otros hombres
Grises
y con el mismo traje de soga en el cuello
El
sirviente más precario y olvidado
Deposita
la fe en un gobernante
Construirá
alegre su dorada jaula
La
mansedumbre del gobernado
Distintas
palabras pronunciadas
El
mismo fin alcanzado
La
vida transita formando esclavos
Todo
cabe en una urna
Menos
el capitalismo que dirige la fiesta
Dueña
y tirana de la misma
Alzamos
la pancarta del engaño
Cabezas
agachadas
Mensaje
de teléfono móvil enviado
Allí quedó nuestra difunta rebelión
Gritamos
¡Viva las cadenas!
Sin
abrir la boca
La
música que suena es horrible
mas
nadie deja de bailar
Con
lo fácil que sería
Decir
adiós y cambiar de melodía
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