El
espejo refleja
Un
cuerpo que desaparece con el tiempo
Infatigable
asesino
Ya
no hay piel tersa y firme
Suave
en la oscuridad
Todo
acaba como todo empieza
La
manzana se pudre
Lo
inevitable vence siempre
Y
sin embargo
Se
desaparece con la obsesión de poseer
Cuando
nos vamos con las manos vacías
Y
la mente ausente
Ceniza
que el viento se lleva
La
nada es infinita
Allá
vamos
Y
lo humano de compartir
Lo
que es ahora
Lo
que es presente
Lo
que es soñar
¿Dónde
quedó nuestro recuerdo?
Aquel
corazón tiroteado
Perseguido
por el hambre y la barbarie
Un
grito de angustia
perfora
los oídos
Sordos
ante la violencia
De
guerras programadas
De
llanto impuesto
El
ladrón siempre se hace con el poder
Ese
árbol que crece
de
nadie es
pero
sí tuyo, mío... de él
No
sabemos su nombre
Sí
la de esa marca registrada
Que
esclaviza nuestras pasiones mercantilizadas
Detrás
de ella
Almas
explotadas trabajan de sol a sol
para
que compremos un gramito de infelicidad
Vendimos
nuestra verdad al diablo
Y
nos vamos
Con
los dientes negros
Siendo
ceniza que esparce el viento
Hacia
la eternidad del silencio perpetuo
Dónde
queda la solidaridad en esta vida
Asesinar
a la avaricia
Matar
sus privadas propiedades
Un
fin de poética justicia
Mientras
respiramos
Cuando
ya nada más que eso importa
Irse
con un beso en los labios
Un
verso que nos hable de fraternidades
y
de amores correspondidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario