Soñé
Que
cruzaba el umbral de la puerta
Que
partía más allá de la oscuridad
Sin
leyes que oprimen almas
Sin
más pertenencias que los pies caminantes
Vagabundo
de un mundo sin dioses
Huido
de aquellos ojos vigilantes
A
la espera del cataclismo
Ahora
está todo en silencio
Calma
tensa
Un
murmullo estridente me expulsa fuera
No
quiero oír lo que oigo
La
juventud se nos fue de las manos
Y
no me adentré en la jaula dorada
Me
percibo ruinas
Flores
silvestres crecen en mi interior
Extranjero
sin refugio
Tiempo
de hacer la maleta
Aunque
no sea más que en sueños
El
hastío de una caricia perdida en el odio
El
espacio me abandona
La
soga balancea cuerpos en medio del huracán
La
niebla venidera
El
naufragio de la utopía
Embarrancado
El
precipicio se llenó de júbilo
Destino
sembrado de crisantemos aún por brotar
Lo
demás poco importa
Tan
sólo
Esa
sonrisa en los labios
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