Salté
al vacío de la esperanza
Y
aún no consigo adivinar
El
suelo que amortigüe mi descenso
Condenados
a hacer lo que aborrecemos
Aborrecidos
de oír la nada en esas voces
Cercanas
pero distantes como estrellas fugaces
Rememoro
aquellos paseos por la ciudad
Hoy
el alquitrán quema la armonía
La
que busco
La
que encuentro en el hueco de lo innombrable
El
olvido no se apiadó de mí
Ya
no recuerdo lo que fui
Tan
sólo veo ruina en el mundo exterior
Las
mentiras cubrieron de estiércol el paisaje habitado
Garabato
en la niebla
Allí
percibo la lumbre
No
busco plenitud
El
incienso penetra en los pulmones
Risas
durmientes que flotan en un mar de peces muertos
Inasibles
Los
deseos que fluyen en aguas de ríos subterráneos
Nos
encontramos más abajo
No
hay ramas donde agarrarse
Vagabundeamos en la oscuridad
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