Ahora que se van los buenos
Y quedan los exterminadores de la belleza
Espérame en la esquina de los amores perdidos
¿Dónde estás?
Tardas en venir
Tardo en caerme por los barrizales
Me levanto
Y aprendo que el corazón
es un órgano que tararea latidos
Para vivir
Para ser
Mente andante
Quizá fuimos mejores en el vacío
Quizá fui ermitaño en la multitud
Ahora sé
Que sin lucha no existe recompensa
Para los que venimos del barro
Para los que somos hijos de los avasallados
Mas me pudo el bostezo
y el escaparme del aro por el que no hay que pasar
Poseo el beso que hoy me escatimas
Lo guardo, tesoro, bajo mil candados y una sola llave
Nada más
Y un lamento en el bolsillo
Eso poseo
Grito y no sale la voz
Ecos del desierto
Ya ves
Maté al dios que había en mí
Ahora sólo soy un humilde ácrata que contempla el infinito
Se apagó la estrella que dio alegría al planeta
Difunto da vueltas por universos de coral
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