El calor sofocante
Las horas vividas
La cama empapada de sudor
Los días que vendrán
Las palabras que hieren
El día a día de miserias y compañía
El pequeño lujo de ayer
Y una sonrisa efímera en los labios
Este perder pensamientos y ganas de deshacer
Salir a las calles
Recorrer decorados, vientres comerciales
y almas en venta
Las manos a tanto la deshora
El negocio de la vida
Y todos muertos
Políticos profesionales salidos de bazares en demolición
Gestores de la barbarie
Dame una salida
Me iré a dar charlas en el desierto
Y habitar ermitas en los montes de saldo y cuenta nueva
Hace bochorno en este verano moribundo
Gota fría en las entrañas
Un querer en el oasis de tu existencia
Un billete de ida
Y sin vuelta atrás
Son las siete de la tarde
Gotas de sudor recorren cuerpos y calaveras
Un comentario absurdo del vecino de al lado
Algo tenía que decir
Mientras las puertas se cierran
Y los secretos desgarran las máscaras de la monotonía
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