De pronto
Asoma la tormenta
La lluvia moja caminos y huellas
Desaparecemos tras los árboles
Aparecemos en muros de hormigón
Y cárcel de asfalto
Un grito en el anochecer de los tiempos
Los huesos húmedos
La memoria idealizando lo que jamás sucedió
Y los pies desnudos
Buscando refugio en portales de viento
Tú que ya lo sabes
Si fuéramos libres
Seríamos aves dibujando cielos
Almas sin más obediencia que la tiranía del corazón
Amaina la lluvia de un julio que ya dobla campanas
Dónde está el bosque de piedra
Dónde están los amigos
Fallecidos en un pasado que huele a naftalina
Canta el grillo en su noche carbón
Las ventanas esconden vidas con certezas, derrotas e ilusiones
La luna busca la compañía de las estrellas
No nos deja más que esta mierda de luces de neón
Se fue la tormenta
Se marchó el espejismo de un destino de latido inmortal
La pesadilla se esfumó
De repente
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