Hemos nacido para trotar caminos
Y vemos siempre pasar los mismos paisajes alquitranados
Nacimos para ser libres
Y vivimos en la obediencia; la domesticación y el servilismo
Quisimos ser viento que vuela
y nos quedamos en duna sin desierto
Es la hora de levantarse
Es la hora de estar allá
Es la hora de sonreír
Es la hora de salida
Es la hora y ya no hay sol
Solitarios en medio de la multitud
Una hipoteca esclava
Un esclavo ignorante de su condición
Un irse para volver
Una fuga sin escapatoria
Un encierro en un geriátrico
¿Tanto para esto?
Gritó el anciano
Dame una pastilla para engañar a los sentidos
Me la tomaré con una cerveza bien fría
En aquel bar donde nos conocimos
Acudimos
En derribo está
Da igual
Ya no existimos
Suena el despertador
Un nuevo día para producir destrucción
Hoy se me ha extinguido otra fauna y distinta flora
Vamos yendo
Dejando a nuestros muertos detrás
Y el llanto
Y la alegría
Y lo salvaje... acribillado a tiros
Pon buena cara y sé un bonito mueble en el decorado
Coge el primer tren y ven
Te esperaré en la estación del jamás
Y bailaremos sobre el abismo
Cantan los pájaros de noche
Y esta mañana ha amanecido en silencio
Sólo se oye el extractor de humos
Tras la ventana
La tapia que nos mira
¿Tanto para esto?
ResponderEliminarBuena pregunta.
Un abrazo.
Quisimos ser viento que vuela...
ResponderEliminarQué bello. En alguna parte, nos desviamos del camino, sin darnos apenas cuenta. Besos y un abrazo.
Un nuevo día para la destrucción...
ResponderEliminarPara que destruyas o te destruyan.
Nunca se sabe.