El estallido sonó sin que nadie se diera cuenta
En los escombros invisibles
Se levantaron oleadas de muertos vivientes
con sus teléfonos móviles en las manos
Iban donde les dictaba la conciencia suprema destructiva
Las del ser superior
Las del amo que les quiere bien
Un ir y venir a trabajos odiados
Un trajín por las avenidas
Un consumir sin ton ni son
Un tener superfluo y un ser despoblado
Una mentira tras otra
Y se construye una marioneta
donde antes había un ser humano
Se paga por respirar
Se paga por calentarse cuando el frío aprieta
Se paga por tener luz para no vivir en las sombras
Se paga por todo
Y si no pagas serás devorado por la intemperie
Se mantiene a una caterva de sanguijuelas
Representantes del privilegio
Una bota que pisa mi cabeza
Otra bota pisa al que me reventó las sienes
Y de esta manera...
Los cadáveres vivientes se van despedazando los unos a los otros
Para disfrute y palomitas de los dueños del látigo y la zanahoria
Duele la tierra que pisamos
Y ya han puesto una valla para que no vayamos al otro lado
Desolado paisaje de hormigón y de árboles de plástico
Gente que tiene prisa para ir a ningún lugar
Los que perdieron el tren
Ignorados por las masas esclavizadas
Los habitantes de la servidumbre
se meten droga dura para vivir en el engaño
¡Qué mundo más maravilloso!
Siempre sale el Sol por el horizonte
Los muertos vivientes no se han enterado
que caminan sobre un montón de escombros
Un abrazo.
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