Ni
tú ni yo somos para siempre
Ni
el amor es infinito
Ni
el odio es un descalabro
Un
abrazo, un instante
Una
pelea, un adiós postergado
Me
miras a los ojos
Se
refleja un corazón que toca a difuntos
Y
sigo aquí sin anhelarlo
Patriota
de un mundo extinguido
Espero
en el otro lado
El
amargo trago de la derrota
para
desaparecer entre brumas y calimas
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