Una
mota de polvo a punto de desaparecer
Se
extingue la vida
Y
ya no nos queda nada
Ni
el ruido que no nos dejaba dormir
Ni
el mañana ojalá nos despertemos en otro lugar
Ni
tu sonrisa vertical
Ni
mi adiós para no ir
El
camino se hace largo
Unos
bolsillos agujereados
Opositor
en la miseria
Obrero
de la contemplación
Dejar
para mañana lo que nunca se hará hoy
Tú
que vives para trabajar
Que
tuviste hijos para no criarlos
Otros
lo hicieron por ti
Rey
de reyes de la acumulación
La
autodestrucción
el
mayor mandamiento de nuestros días
El
matadero se hizo hogar
Nadie
quiere saber que la oveja marcada
vive
en nuestros corazones
Ausencia
de latido
Humano
en extinción
En
el circo el aplauso era atronador
Triste
final para paupérrima existencia
Sueño
quimeras
Bocas
hambrientas que se cenaron la eterna noche
Yace
un suspiro
Otra
luciérnaga que apagó la luz
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