Tiemblas
bajo la manta
Es
la angustia que desespera
El
teléfono que no suena
Las
horas que no pasan
Pero
el tiempo te hace mella
En
tu cara desvencijada
Acunas
al gato
Que
arañó la esperanza vendida
Tu
mente abierta
Quiere
expresar tu verdad
Pero
la boca mortaja monasterios
Del
hospital quieres huir
Ataques
epilépticos
Has
tenido un brote de realidad
Vuelves
a trincherarte en la cicuta
Las
pastillas se las lleva el agua de las cloacas
Si
te han de matar
Que
sea cuando tu alma enloquecida mande
Desnudo
Sales
al abrazo de la luna
No
hay sanatorio que te encierre
A
las farolas les irrita tu desvergüenza
Fusilaste
la moralidad
Y
la hipocresía que se encierra en los portales
Donde
se oyen las palabras suicidarse
Silencio
Galopas
calle abajo
A
la espera de que la imaginación te localice
Al
refugio de los árboles
Donde
los animales olfatean tu huella
De
transfigurada libertad
Te
buscan
Pero
nadie te encontrará
La
soledad te refugió
La
tierra en sus adentros
Te
recogió
Quizá
merendemos hierba
Y
discutamos sobre la nada
Y la muerte vencedora
No
me esperes
Yo
ando por la irrealidad cotidiana
A
ver si la luna traiciona a la noche
Y
desandar lo nunca andado
¿Quién
sabe?
Esperamos
ver el campo revuelto
Para
poder sembrar tempestades sin vientos
Y
cosechar sonrisas
El
cuchillo de tu boca
Ya
no hará falta
Tal
vez
Sólo
tu huerto de minas
Para
las mentes serenas
Me
voy con tu locura
Llega
el espacio ebrio de piedras
La
gente va en procesión
Hacia
dónde tienen que ir
¿Desean
andar por el camino trazado?
No
Pero
allí van
Nos
vemos en el akelarre de tus destinos
Que
no llevan a ningún lugar
Pero
desembocan en el sosiego
Que
la tregua nos dio un segundo
De armonía sin paz que la sucumbe
Que
no te cojan en el hospital
Antes
el barranco
Donde
caernos sin despedazarnos
Que
los gusanos esperen hambrientos
Y
dar un corte de mangas
A
la dama de la guadaña
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