Un segundo de alegría
Aprovecha
Luego llega el infinito que es ausencia y silencio
Nos vemos cualquier día de invierno en deshielo
Y estamos aquí
Ciudadanos de hormigón y fatiga crónica
La libertad es derribar el muro y sumergirse en la naturaleza
Construyes una quimera en la imaginación
Ansias de libertad en un mundo carcelario bañado en dióxido de carbono
Desecha ese verso de autodemolición
Este “me da igual” abre las puertas a la desidia
Me voy con el jamás
Ojalá no me encuentren
El perro está viejo, cansado, enfermo,
con ganas de...
La mano del compañero le acaricia y da cobijo
Las pequeñas cosas
Las únicas que dan sentido al caminar
¿Hacia dónde?
Y qué más da
Mientras sea en el cultivo del bien y en el cuidar
Me alejo corriendo del engaño criminal de todo poder imperante
Imposible
Dame corazón para resguardarme
Ya me voy
Tú que no me encuentras
Sigo estando aquí
Mismo sitio
Idéntico lugar
Pero lejos...
Lejos muy lejos del sopor del día a día
Este látigo sangrante en la espalda
Esta condena de ocho a una y de tres a siete
Esta existencia en las mazmorras cubierta con soles de neón,
sueños de alquitrán y flores de papel
Lo que diga el señor
No, por favor
Destripando jerarquías
Que no haya descanso
Sube el precio del carro de la compra
Cada hora que pasa un minuto más pobres
¿Y si escapamos para siempre jamás?
Ya tardamos
Sabotaje a la monotonía y al pelotón de fusilamiento
Pasa el tiempo
Se acercan las guadañas del porvenir
Desaparecemos entre nieblas de incertezas
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