Se va el sol por la puerta de atrás
Entra el humo por los pulmones
Late litio el corazón
Y yo vagabundeo por la vereda de las alcantarillas
Mañana buscaré una nueva vida
Por la senda de los olivos y canto de gorriones
Por ahí iré
A cambiarme de traje
A ponerme la sonrisa del arlequín
Me arrimé al árbol que mejor daba cobijo
Y acerté de pleno en la diana
Mas se quedó sin hojas, sin ramas y sin raíces
Ahora soy humo de un fuego extinto
Entre arrabales y polígonos
Paseo el devenir de las incertezas
Se quedó en el jamás el lugar adonde ir
Se alquitranó el destino de las montañas
No nos vemos en las pantallas
Somos inteligencia demencial
De capa caída
Dame un sorbo de imaginación y furia desatada
Antes de quedarme dormido en el para siempre
Vino a verme la señora de la guadaña
Le dije que esperara aún una eternidad menos un infinito
Todavía no he hecho nada
Más que sobrevivir
Y dejar palabras vacías en un libro en blanco
¡Sal!
No te lo pienses más
Y llena el mes de números rojos
Luego invítame
A tomar café amargo y sin azúcar
Pero no me hables
No me interesa
Ya aprendí lo que no debía enseñar
Ya hice lo que debía deshacer
Y ahora...
Quejidos de calavera
Un abrazo.
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