UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN ASILVESTRADA

miércoles, 1 de abril de 2015

TENEMOS QUE HABLAR

Sentados alrededor del fuego
Cara a cara
Puño con puño
Ojo por ojo
A la espera del amargo café
Que incendie los labios
Que abrasaron los besos
Que ya enterrados están
Que ya no volverán
Hablemos
De tu puñal en el corazón
De mi espina sin rosal
De este refugio de termitas
Que llenaron de serrín
Las esperanzas de nuestra ruina
Disparas a matar
Pero el derribo es inmortal
No hay dolor en la defunción
La lengua se amotinó culebra
Y ahora lo importante
Porque del vacío sólo poseo el grito
Que estamos en guerra
Ya no deseo tu paz
Pero si me tropiezo
Y caigo en las zarzas de la angustia
Cuando el silencio ahoga el chillido
Espero tu mano
Las que desuellan armonía
Para seguir trasquilando
El paisaje atroz que aniquila
Hablemos
De la quimera que nos une
Del agua que bebemos
La que nos quieren quitar
Morir de sed
Envenenados
Que ardan los manicomios
Allí nos reencontraremos
Lloras por la muerte de tu padre
Le arrebataron la salud
Dieron morfina a tu alegría
Lo mataron
De sus huesos
Construyen hospitales para los traficantes
De esclavos
Como tú y como yo
No te arrepientas
Porque lloras vomitando la verdad
Hablemos
Porque tenemos mucho en común
Y tantos y tantos otros
En la misma barricada
Y no se dan cuenta
Heroinómanos
La droga es gratis
La reparten los mercaderes del parlamento
Que nos invaden las marionetas
Viviendo irrealidades ajenas
Hablemos
De los odios vertidos
En este colchón vacío
Compañía de llantos
Pero si caemos
Que las manos nos levanten
Que al cielo hay que hablarle
De tú a tú
Mirada altiva
Que la boca no calle
Lo que las mentiras te matan
En este prostíbulo anegado
De espaldas ensangrentadas
Huye la memoria
Dialogamos
Del nembutal que guardas en tu recuerdo
Mañana
Te levantarás al son de horas muertas
La vida que se va de las manos
Escucha al niño que el hambre le mató
Gritemos
Siempre hay vientos dispuestos a expandir
La agonía de otro día que nace exterminado
Quizás mañana…
Amanezca
En nuestras tinieblas
Con las espadas que chillan ser desenvainadas
Las fábricas que arden
Metralla que son deseos
Que aniquilen nuestras vidas en venta
Se van los bueyes
Nos desviamos del sendero
Vemos que hablan
De este valle de esclavos
Del frío invierno
Del calor expoliado
De los hijos hambrientos
Otro día más con lágrimas que no alimentan
De revoluciones aplazadas
Cuándo estallarán nuestros corazones
No hay espacio para más balas
De las calles que aún no rugen
De ir en fila india al cadalso
De esto y aquello hablan
Y del ruido que no responde
Que no me duerma el silencio

1 comentario:

  1. sacas una ruta a quemarropa que pulveriza el otoño dormido y la lumbre, en el desgarro de verse los ojos y decir los ojos y taladrar la luz, y precipitar el paso y la patada

    al leerte siempre se revuelca lo que creía de la noche y del olvido y de la caricia y del licor... y una extraña y violenta y púrpura esperanza, sale a puñetazos de un desierto y una llama.... llevas muchas metáforas en la metáfora y se me revive algo al leerte

    un abrazo y ahí seguiremos incendiando el camino! ;) salud Ángel!

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