Cada vez queda menos tiempo
Para ser y olvidarse del poseer
Para resucitar al corazón rebelde y solidario
Cada vez que me miras
Un torbellino de cielo se expande en mis entrañas
Cada vez más al Sur de este mundo
La fe que mueve mentiras
El destierro de un imposible
La casa se cae a trozos
Y no podemos deshacer lo evitable
Regálame un destello de luz
en este lunes de brazos caídos
¿Y el martes?
Se aproximan ráfagas de viento radioactivo
a visitar nuestros pulmones
Y en el destino
Una calavera
Y tras el camino
Los huesos tiñen de blanco el paisaje
Cada vez el latido más lejano
Sentados a la sombra del viejo roble
Nos alimentamos de falacias y sueños
que se deshacen nada más nacer
Mira al perro como olfatea la yerba
Dame un abrazo salvavidas
Se oyen los aullidos de los lobos
Y ya marchamos
Donde reside lo inalcanzable
Cada vez nada tiene sentido
Tan sólo el estridente graznido de los grajos
cuando los veo alejarse con el atardecer
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