UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN ASILVESTRADA

lunes, 4 de mayo de 2015

NADA CORAZÓN

Amurallado
Entre estas cuatro montañas
No escucho el eco de mi atronadora voz
Iré donde las piernas me lleven
Más allá no hay sendero
La razón me transporta a ningún lugar
En el vacío se cruzaron miradas añoradas
Ojos que delatan
La soledad del invierno
La manta de hielo que se apoderó de mí
No existe primavera que florezca en el alma
Bajo los cipreses
Espero al ruido vocero de quebrantos
Triste camino de tierra
Espera al sepulturero
Las máquinas del sinsentido 
Orcos de devastación
Anuncian el bombardeo
Adiós a la morada
Enferma de desolación
Exterminados ¡sí! Pero contigo
De un hoy que huele a azufre
Grises carreteras anunciarán el adiós
Negro alquitrán oscurecerá el amanecer de tus rosales
De nuestros pasos al deambular
Todo igual
Todo uniforme
Todo en venta
Nada corazón
Me disuelvo en el olor de los laureles
Lloro al niño que fui
Me escondo de la muerte que vendrá
Las excavadoras callan el canto de los pájaros
Cucarachas de destrucción
Fragancia de gasolina
Urracas que gritan a difuntos
Zorros acorralados
Se van a otros aposentos
El árbol se nos muere
Nos quedamos con el viento en contra
Liberando escorpiones
En este círculo de fuego
Avalancha
De las cenizas venideras 
De las raíces alquitranadas
Esperando el agua hurtada
Como quien se rebela de un adiós definitivo 

1 comentario:

  1. hallo entre tus metáforas, un rubor, que empapa mi propia tristeza, de ojos escarchados del animal que en la selva conoce la noche y tirotea resina que afila el grito

    a veces un desgarro lo ocupa todo y ese alzar del aullido, en algún lugar, abre la trinchera

    me gustó mucho eso de rebelarse a un adiós definitivo

    abrazos y salud Angel!

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