UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN ASILVESTRADA

martes, 5 de mayo de 2015

EL FIN DE LA INOCENCIA

Nada tengo
Porque nada ambiciono
Una esperanza perdida a punto de ser hallada
Tan sólo eso busco
Afilo hachas
Para cortar los hilos que atan mis brazos
Guardo una bala en la recámara
El huerto labrado y sembrado
Para que el ataque no me coja hambriento
Ni desnudo bajo la intemperie
En la guarida me espero
Me adivinaré barricada
Saldré triunfante
Con aire en los bolsillos
Maletas vacías
Desertor
De toda patria
De todo trabajo
De esta paz
Con millones de muertos en el olvido
Ayer tuve un sueño
Ningún cautivo obedecía al despertador
Ya no se oían espaldas rotas al anochecer
Sólo fue eso…
Un dormir bien para despertar peor
Todo es mentira
Salvo este puñal clavado
En la ausencia
De los llantos que buscan alegrías
El fin de la inocencia
De estos rostros contaminados
Que dicen lo que les dictan
Que hacen lo que les mandan

1 comentario:

  1. éste poema, toca muchos mundos... y mantienes a la vez una única voz, que la siento también sinestésica... tocas el aullido contra las jaulas sociales y la soledad en el balanceo de la escarcha y la ruta, y el punzar de un incendio en el pecho que oculta una historia que aunque no la cuentes explícita, parece embrujar aves y barricadas, con olor a tierra y a hiedras y a selvas y a lo que emerge y empuña

    me gusta mucho leerte, porque encuentro en tus palabras, una razón para galopar!

    abrazos de salitre, "hasta enterrarlos en la mar"

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