El
río se desbordó
Y
claudicó en pequeños charcos
Que
el sol iba secando
Cada
vez más disgregados
Lejos
de la furia y la metralla
Que
les hacía cabalgar
Por
la corriente arrolladora
De
libertades y amores indomables
Ahora
apenas son lágrimas en el tórrido asfalto
Víctimas
de pisadas
Olvido
de un pasado justiciero
Quizá
aquella gota náufraga
El
llanto del niño
Tu
beso en la tierra
Confluyan
en millones de arroyos
Emancipados por
el caudal de un renacido río
Que
devaste el paso de los bueyes
Que
abrace a los mares
Infinitamente
libres
Bajo
las aguas latiendo vida
Inalcanzables
Por
siempre
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