Harto...
De ti
De mí
De todos
De esta obediencia ovina
De la frivolidad circundante
De los zombis consumistas
Hartazgo hasta la extenuación
Y resucito asfixiado
Del holocausto capitalista
De trabajar para el verdugo
Del sionismo genocida
De mis mañanas perdidas
Y tus tardes en camposanto
De la esquina partida
De la curva sin frenos
De esta memoria sin recuerdos
De los inviernos sin fuego donde calentarse
De la sociedad aniquilada
Del espejo que me mira y no miente
De la escalera que sube pisoteando cabezas
Harto...
Por no ir con las cabras que tiran al monte
Pero sí andar con los ñus en manada
cruzando ríos plagados de cocodrilos
Harto...
Del bostezo de las mañanas
Del insomnio de las noches
De esta procesión de ovejas al redil
¿Dónde estará la descarriada?
Hay que ser las ovejas descarriadas y dar fin a todo eso que duele tanto al alma.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Tienes la suerte de poder expresar todo tu hartazgo, o tu rabia o tu desconcierto. A veces eso resulta complicado. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bien expresado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que todos estamos algo descarriados, algunos mucho más hastiados.
ResponderEliminarNo perdamos la esperanza.
Te deseo lo mejor Ángel.
Un abrazo