UN PASEO POR LA IMAGINACIÓN ASILVESTRADA

viernes, 26 de junio de 2015

UN GRITO ATORMENTADO

Tú y yo
Ya conocemos el final de esta historia
Los huesos rotos tras el terremoto
Fracturados en el abismo
Que no supimos escalar
Este holocausto
Silenciado por los sepultureros
Que llevan traje y corbata
La lengua de seda que ahorca cuellos
Ahogada su moral extinguida
Siluetas asustadas
Se dispersan por las zarzas
Que sangran el dolor
Que no pudimos controlar
Las tierras áridas que nos pisaron
Ya no hay agua en el pozo
Cobijo de serpientes
La garganta te quema
La sed de los desesperados
Apuramos el último trago
De cervezas ardientes
Antes que la guerra ausente
Estalle en nuestras bocas
Mudas de callar lo nunca dicho
Vendrán a buscarnos los olvidados
Para recordar el genocidio silenciado
En esta tierra de difuntos humanos
Los alzados buscan la justicia hurtada
De la verdad mortuoria
No busques esperanzas en las mentiras
Espaldas sangrientas
Cuchillos traicioneros
De las trampas trepadoras
Surgen chamanes
Desde sus pedestales parlamentarios
Las cucarachas montan congresos de imputados
Vertederos de inmundicia
Salen de sus cloacas parlantes
La miseria ajena
Es su razón de reproducción
Un grito atormentado se oye tras el horizonte
Los buitres reanudan la marcha
Anuncian el duelo
De latidos dolientes que dejaron de ser

1 comentario:

  1. MALDIGO - Violeta Parra

    Maldigo del alto cielo
    la estrella con su reflejo,
    maldigo los azulejos
    destellos del arroyuelo,
    maldigo del bajo suelo
    la piedra con su contorno,
    maldigo el fuego del horno
    porque mi alma está de luto,
    maldigo los estatutos del tiempo
    con sus bochornos,
    cuánto será mi dolor.

    Maldigo la cordillera
    de los Andes y La Costa,
    maldigo, señor, la angosta
    y larga faja de tierra,
    también la paz y la guerra,
    lo franco y lo veleidoso,
    maldigo lo perfumoso
    porque mi anhelo está muerto,
    maldigo todo lo cierto
    y lo falso con lo dudoso,
    cuánto será mi dolor.

    Maldigo la primavera
    con sus jardines en flor
    y del otoño el color
    yo lo maldigo de veras;
    a la nube pasajera
    la maldigo tanto y tanto
    porque me asiste un quebranto.
    Maldigo el invierno entero
    con el verano embustero,
    maldigo profano y santo,
    cuánto será mi dolor.

    Maldigo a la solitaria
    figura de la bandera,
    maldigo cualquier emblema,
    la Venus y la Araucaria,
    el trino de la canaria,
    el cosmos y sus planetas,
    la tierra y todas sus grietas
    porque me aqueja un pesar,
    maldigo del ancho mar
    sus puertos y sus caletas,
    cuánto será mi dolor.

    Maldigo luna y paisaje,
    los valles y los desiertos,
    maldigo muerto por muerto
    y el vivo de rey a paje,
    el ave con su plumaje
    yo la maldigo a porfía,
    las aulas, las sacristías
    porque me aflige un dolor,
    maldigo el vocablo amor
    con toda su porquería,
    cuánto será mi dolor.

    Maldigo por fin lo blanco,
    lo negro con lo amarillo,
    obispos y monaguillos,
    ministros y predicandos.
    Yo los maldigo llorando;
    lo libre y lo prisionero,
    lo dulce y lo pendenciero
    le pongo mi maldición,
    en griego y en español
    por culpa de un traicionero,
    cuánto será mi dolor.

    ResponderEliminar