Quedé con un viejo amigo
Donde siempre
En la plaza del ayuntamiento
Hacia allí me encaminé
Hacía frío y no paraba de llover
Me refugié debajo de un edificio
Esperé pacientemente
Media hora y nada
Una hora y nada
Carlos sin aparecer
Siempre ha sido un tipo extraño
De joven quiso ser cabra que tira al monte
Y su sueño naufragó
Se quedó en silueta de árbol caído
Pero quién no ha querido ser
Y al final se ha quedado en...
A casi todos nos ha pasado
Últimamente andaba algo deprimido
Su mujer ya cansada de sus silencios y su desidia
Le había amenazado con ponerle de patitas en la calle
Qué horror
Del techo a la intemperie
Con una mano delante y otra detrás
Y vuelta a empezar
Estaba aterido de frío
Me disponía a largarme
Quizá como llovía pensó que yo tampoco acudiría
Pero una llamada avisándome... es lo mínimo
Quizá se había olvidado
Le había llamado al móvil y no me contestó
Carlos es un hombre introvertido
De conversación inteligente
Solitario y melancólico
Pero lo suple con un buen sentido del humor
Decidí llamar a María; su mujer
Y me aclaró las dudas
Recibí un puñetazo en mitad del estómago
Me adentré en la oscuridad y el llanto
Carlos ¿qué has hecho?
Hace poco me dijo que ya sabía que quería ser
Que ya había asentado la cabeza
Y qué coño será eso
Voy a ser águila volando hacia el horizonte
Me dijo
Cumplió su promesa
Se subió a lo alto de un acantilado
Y saltó
Mas dejó en el olvido las alas y las ganas de vivir
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