A veces miro atrás
Y ya no está el camino
Ya no existe tu presencia
Se volatilizó el trote del vagamundo
Miro hacia delante
Por la espesura de este bosque urbanizado
Cielo gris amenazante
Llueve en el corazón
Mojadas las calles
Lágrimas con ojos derramados
Es un día cualquiera
Un día festivo
La hora de la soga y el segundo final
Una decisión intempestiva
Habrá que labrarse un futuro imperfecto
El grillo se equivocó de verano
Cantó en un invierno sin nieve
Ahora estoy aquí
Esperando
La niebla de un amanecer de soles inexistentes
Pasearé por planicies y montañas
Para ir al encuentro de nadie y su plenitud
A veces miro atrás
Hay un graznido de cuervo
Y un ala rota tullida de vuelo y firmamento
Bello poema.
ResponderEliminarBesos.
El grillo ya no encuentra el verano.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
A veces tenemos que desandar algunos caminos, si nos damos cuenta de que no nos llevan a dónde queremos llegar.
ResponderEliminarUn abrazo Ángel.
Tenemos que elegir bien por donde echar, no es fácil.
ResponderEliminarA prefiero ese sitio y su plenitud.
Feliz semana.
Un abrazo Ángel